Jill Foster
AÑO QUE SE UNIÓ A MKLM: 2019
PAÍS: Haiti
CIUDAD: Gros Morne
APOSTOLADO: Jean Marie Vincent Agricultural Center, Jesus-Mary School (Lekòl Jezi-Mari)
ÁREA DE APOSTOLADO: Desarrollo sostenible
Contexto de su apostolado:
La transición de Jill a la vida en Haití se produjo en un momento en el que el mundo está en transición hacia una realidad diferente. A dos semanas de haber terminado la escuela de idiomas y en su nuevo hogar en Gros Morne, la pandemia del COVID-19 cambió todo.
Apostolado actual:
Jill ha estado trabajando en un vivero de árboles en el centro Jean Marie Vincent in Grepen, mientras aún practica su Kreyòl haitiano. Siendo uno de los países más desforestados en el mundo y con la realidad del cambio climático, la reforestación es una prioridad. Desde que comenzó su trabajo en el centro de Grepen a finales de marzo de 2020, los agrónomos y Jill han cultivado y enviado alrededor de 8.000 árboles para ser plantados, y muchos otros más por venir.
Cada mañana Jill camina a Grepen, y por las tardes ella ha estado haciendo mascarillas para los miembros de la comunidad. Además de estos apostolados Jill también ayuda a llenar los vacíos del centro de agronomía y para Lekòl Jezi Mari (Escuela Jesús y María) con la organización de datos.
Datos Personales:
Originalmente, Jill es de Loveland, Ohio y asistió a la universidad de Dayton. Se graduó en 2018 con un título en Estudios en Derechos Humanos y subespecialidades en: Ciencias de la computación, Estudios religiosos y sustentabilidad. Fue durante su época universitaria que ella comenzó a ser más activa en temas relacionados con justicia social, y durante sus dos últimos años conformó un grupo de Embajadores estudiantiles con Catholic Relief Services (CRS), para animar a otros a que se involucren en los mismos temas. En el verano de 2017, Jill se unió a un pequeño grupo de estudiantes que viajó a Malawi, África por dos meses como parte de una práctica de investigación para la organización sin fines de lucro Determined to Develop. Allí se enamoró de la gente y empezó a desear algo más.
Se enteró de Maryknoll Lay Missioners en una feria de servicio de posgrado en el tercer año, y desde entonces la labor que realizaban, permaneció dando vueltas en la cabeza de Jill. Después de su graduación sirvió un año en Syracuse, Nueva York con FrancisCorps, trabajando como asistente en la comunidad L’Arche donde aprendió mucho sobre acompañamiento y comunidad. Durante ese año Jill solicitó a Misioneros Laicos Maryknoll y fue enviada a Haití. Su familia y amigos, al escuchar la noticia de su designación, respondieron con positividad y ánimo. Como si Dios le estuviera diciendo que era allí donde ella debía estar.
Jill participó activamente en su parroquia de orígen St. Columban, en su pastoral universitaria, así como en la Parroquia de La Asunción en Syracuse, Nueva York.
