
Minh Nguyen
Año de ingreso a MKLM: 2009
País: Bolivia
Ciudad: Cochabamba
Enfoque: Educación
Proyectos: Programa extracurricular en la Parroquia San Juan Bautista, programas de certificado de peluquería en el Centro Penitenciario de Hombres de San Pablo y del Centro Penitenciario de Mujeres de San Sebastián
Población a la que sirve: Niños y mujeres y hombres encarcelados
Descripción: programa escolar extracurricular; formación profesional para mujeres y hombres encarcelados
Objetivo(s) del proyecto:
Mentoría a estudiantes primarios indígenas y capacitación a reclusos para obtener empleo.
Ministerio actual:
Minh dirige un programa de apoyo escolar en Tacopaya, una remota comunidad campesina en el altiplano de Cochabamba, aproximadamente a cuatro horas de la ciudad de viaje en coche
Algunas órdenes religiosas , como los Salesianos y el gobierno, han construido escuelas en áreas rurales para servir a los niños y niñas de las comunidades y de sus alrededores. Además, en algunas comunidades como Tacopaya, existen internados que proveen de oportunidades de formación escolar a niños que no pertenecen a esa area. En los Andes, es común que los niños vayan a la escuela a pie y caminen una hora cada día por los senderos montañosos. Los que viven en los internados, a menudo caminan por tres o más horas cada dos semanas, para ir a casa.
Minh trabaja y ayuda a los niños en el programa de apoyo escolar en la parroquia donde vive. Gracias a la donación de libros, materiales educativos y juegos provenientes de su trabajo anterior – en un orfanato – ella puede recibir a niños en la biblioteca, que hagan investigación para sus deberes escolares, leer y jugar. Además de ayudar y guiar a los niños en sus deberes escolares, ella les proporciona una variedad de meriendas nutritivas a medio día, que les encanta puesto que sus dietas están basadas prácticamente en papas y arroz. El año pasado Minh tenía 23 niños y niñas entre 7 y 12 años en su programa. Muchos de ellos aún siguen aprendiendo a leer en español pues su lengua madre es el Quechua.
Minh dice: «Mi objetivo es animarles a que sean más responsables consigo mismos y para con otros, así como también con el medio ambiente. Estoy construyendo una relación mutua con la gente quechua hablante».
Cada mes, durante dos largos fines de semana, Minh regresa a la ciudad de Cochabamba donde trabaja con ancianos y continúa impartiendo clases gratuitas de peluquería para obtener una certificación, a mujeres en el penal de San Sebastián y a hombres en el penal de San Pablo.
Datos personales:
Llegar a ser misionera, es algo que Minh nunca se imaginó, ni siquiera en sus sueños más descabellados. Sin embargo, al crecer, y presenciar la pobreza en Vietnam y conocer a mucha gente pobre por todo lado, hizo que soñara con el día en el que ella pudiera hacer una diferencia para cambiar esa realidad. A Minh le encantaba explorar nuevos lugares, aprender sobre nuevas culturas, pero nunca imaginó que Dios pondría estas dos aficiones en uno y la invitara a servir en el extranjero.
Su llamado a la misión comenzó cuando alguien le preguntó casualmente: «¿Qué te gustaría hacer Minh?» Sin pensarlo y sin siquiera saber el significado de la palabra misionera, ella respondió, «quiero ser una misionera.» La respuesta la sorprendió, como si el espíritu hubiera hablado desde dentro y no pudo olvidarse de la idea. Se resistió un poco a la misma, pero muy pronto se dio por vencida ante la insistencia de su corazón, y se convenció que ese deseo era un llamado de Dios.
Por entonces ella vivía en Baltimore, Maryland. Con una licenciatura en cosmetología, trabajaba como estilista y estaba formada en arte comercial, costura y crochet. Era miembro de la parroquia Nuestra Señora de La Vang. Minh obuvo su certificado en Catecismo, Teología y voluntariado para enseñar catecismo en tres parroquias en Baltimore. También participó en misiones médicas a Jamaica, las Filipinas y Vietnam.
Al discernir sobre su llamado, Minh aprendió a confiar en la providencia de Dios y comenzó su recorrido hacia lo desconocido. Se hizo una misionera Maryknoll y vive en Bolivia desde el año 2010, sirviendo a una población muy marginada. Una vez que su sueño sea realizado, Minh confía en que Dios sabe qué es lo mejor para su Pueblo y para ella.
Previamente Minh sirvió en el hogar Madre de Dios de la red Amanecer en Cochabamba, un programa fundado por las Hermanas de la Caridad que rescata y cuida a niños y niñas que sufren abuso y abandono. El programa ofrece a los niños programas de desarrollo intelectual, social y espiritual para ayudarles a integrarse y participar plenamente en la sociedad. En Madre de Dios, Minh trabajaba con niñas de 3 a 16 años ayudándoles con sus tareas escolares y enseñándoles a costurar, tejer, hacer crochet y a desarrollar habilidades de autosuficiencia. En la actualidad, ella continúa visitando y es mentora de varias niñas.